Motivación

Arnulfo y Silvino, dos Tarahumara nacidos para correr

Arnulfo y Silvino, dos Tarahumara nacidos para correr
Arnulfo y Silvino, dos Tarahumara nacidos para correr, por JJ Vico
Written by Teodoro Vázquez

Ni que decir tiene que la presencia de dos corredores Tahumara era uno de los grandes alicientes para asistir al II Encuentro Nacional de Corredores Descalzos y Minimalistas, al menos por mi parte.

Ésta ha sido una magnífica ocasión para conocer en persona a Arnulfo Quimare y Silvino Cubesare, dos corredores Rarámuri cuyo prestigio en el mundo de las carreras de resistencia ha alcanzado las cotas más altas a nivel mundial, especialmente a raíz del éxito del libro que protagonizan: Nacidos para correr (Born to run), de Chris McDougall. Sin embargo, Arnulfo y Silvino no son súper hombres hechos por la ciencia, más bien todo lo contrario, hombres sencillos muy bien adaptados a la Naturaleza.

Durante estos dos días de Encuentro Barefoot en Sant Joan Despí, he podido compartir con Arnulfo, Silvino y Salvador (la persona que les guía en su viaje) muy gratos momentos, y conocer mejor su cultura y las costumbres de su pueblo. He intentado también, a través de amenas conversaciones con ambos, recibir pequeñas dosis de todo ese conocimiento sobre las carreras de resistencia que llevan interiorizado de forma innata en su cuerpo.

Los Tarahumara son una tribu nativa que habita en la Sierra Madre Occidental de México, en Chihuahua. Se llaman a sí mismos Rarámuri, que significa “pies ligeros”. Tienen una vida humilde y subsisten principalmente del cultivo de maíz, el frijol y de los animales de corral.

Por supuesto, no tienen electricidad en sus comunidades. El tren ha llegado hasta su tierra hace tan sólo una década. Según nos cuenta Arnulfo, en verano vive en lo alto de la Barranca del Cobre, a unos 2.500 metros de altitud. En los fríos meses de invierno bajan él y su familia a una cabaña que tienen en el fondo de la Barranca, a unos 600 metros de altitud y mucho más protegido del frío.




Dada la fragilidad de la economía del pueblo Tarahumara, y las intensas sequías que han sufrido recientemente, algunos corredores como Arnulfo y Silvino han salido a competir en carreras de ultrafondo en Europa, América y también en Japón, como forma de recaudar dinero para ayudar a sus comunidades. Además, cuentan con la ayuda de algunas ONG como CEDAIN, que a través del comercio justo trata de ayudar al pueblo Tarahumara.

De aspecto sencillo y carácter introvertido, aunque muy amables y completamente auténticos, los Tarahumara no llevan en su indumentaria ningún rastro de publicidad o marca de ropa, zapatillas o bebida hidratante.

Arnulfo y Silvino, dos Tarahumara nacidos para correr

Arnulfo, Teodoro y Silvino

Corren como lo viene haciendo el pueblo Tarahumara desde hace mucho tiempo: con un blusón de colores llamativos, una faldilla blanca, un pañuelo al cuello y sus tan famosas sandalias huaraches Tarahumaras. En la cabeza los hombres se ponen una banda llamada kowera, pero Arnulfo y Silvino la han sustituido estos días por una gorra con visera.

Alejados de la sociedad de consumo, no necesitan gastar su dinero en calzado súper-técnico para recorrer cientos de kilómetros. No llevan zapatillas sofisticadas, sino todo lo contrario. El calzado que utilizan en sus grandes hazañas es el mismo que utilizan para su vida diaria, y está hecho por ellos mismos utilizando neumáticos reciclados. Cada Tarahumara aprende desde pequeño a hacerse sus propias huaraches.

Silvino Cubesare nos cuenta que, en carrera (competencia, como ellos le llaman) improvisan con su rudimentario, pero versátil calzado. Si se les rompe el nudo del cordón de sus huaraches, se las quitan y siguen corriendo mientras lo rehacen de nuevo. Después se las vuelven a poner y continúan corriendo.

Ni que decir tiene que tampoco utilizan ropas técnicas, ni de compresión. Ellos elaboran todo el atuendo que llevan puesto, y con el que superan la mayor parte de las veces, a grandes corredores empapelados con etiquetas y slogans de marcas mundialmente famosas, que controlan el mundo del running e incluso a ellos mismos.

Aunque son unos atletas extraordinarios, no se alimentan como los superatletas que conocemos, a base de superdietas recomendadas por ilustres nutricionistas. Su alimentación está basada en alimentos naturales tradicionales, elaborados por ellos mismos a base de maíz, verduras, frutas y productos que generosamente les da la tierra.

En sus largas salidas no llevan sofisticados geles, ni barritas energéticas, ni bebidas isotónicas, ya que según dicen no les hace falta, y con lo que cuestan sus familias tienen para comer varios días. En su lugar, llevan pinole, unas tortillas hechas con maíz (preferiblemente maíz azul) molido y cocido.

A pesar de todo lo dicho anteriormente y que para nosotros serían inconvenientes insalvables, cuando se ponen a correr distancias por encima de 100 kilómetros no hay quién les eche el guante. Corren como sigilosas y ágiles gacelas.

Según nos compartieron a mi hijo David y a mí, al venir a España les hizo gracia ver a la gente corriendo por los parques y las calles sin estar compitiendo, fatigándose de balde. Y es que ellos no se entrenan, ni calientan antes de la carrera. Piensan que es una manera de malgastar energías, que luego les pueden hacer falta durante la carrera. Los Tarahumara corren cuando lo necesitan, para llegar más rápido a un sitio, o bien cuando están compitiendo o jugando. Sus cuerpos son esbeltos, curtidos y armónicos, adaptados a la perfección para hacer lo que más les gusta, correr.

La competencia de bola es un juego que practican desde niños y gracias al cual han desarrollado en su cuerpo unas cualidades físicas que a lo largo de los años les han transformado en grandísimos corredores.

El juego consiste en una carrera entre dos equipos de varios Rarámuris, en la cual cada equipo lanza con el pie su propia bola hecha de madera de encina, y corren hasta ella para volverla a lanzar de la misma forma. Generalmente una comunidad reta a otra a competencia de bola. Las carreras pueden terminar tras una distancia acordada o bien en circuitos hasta que un equipo alcance al otro doblándole. De esta forma, las competencias de bola pueden durar hasta dos días seguidos en los que pueden llegar a recorrer 200 km compitiendo.

Los hombres suelen jugar a este tipo de competencia, mientras que las mujeres hacen un juego parecido pero con aros en lugar de bolas. Silvino nos cuenta que es un acto colectivo para la comunidad, y cuando lo celebran es común que las mujeres corran con ellos para animarles o llevarles agua y pinole, pero no compitiendo juntos. También sucede el caso contrario cuando compiten las mujeres entre ellas.

Según Silvino, en estas competencias de bola suelen correr con unas huaraches más delgadas, o incluso descalzos, con la finalidad de poder lanzar la bola más lejos. Para caminar o correr suelen utilizar unas algo más gruesas.

Una de las ideas que más puedo destacar de esta experiencia con ellos es que cuanto más nos alejemos de la Naturaleza, más difícil nos será alcanzar la categoría de corredor de resistencia.

Espero haberme empapado bien de todo el conocimiento que han compartido en estos escasos dos días, y poder aplicarlo a mi actividad cotidiana durante los meses venideros.

Arnulfo y Silvino, dos Tarahumara nacidos para correr

Silvino, Arnulfo y Salvador

Muchas gracias Arnulfo y Silvino por todo lo que desinteresadamente me habéis enseñado en estos días. Os deseo lo mejor.

Un saludo,
Teodoro


About the author

Teodoro Vázquez

Como corredor desde 2007 llevo recorridos más de 43.000 km. De los cuales como corredor Minimalista Evolutivo 38.000 km., los últimos 27.000 km sin ninguna lesión a pesar de correr más de 5.000 km al año durante los últimos 5 años.

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2 Comments

  • Teodoro buenas tardes, me estoy preparando para correr el ultra Copper Canyon Caballo Blanco en la sierra Tarahumara, llevo 4 maratones y varios triatlones, de alguna manera he estado en contacto para eventos de distancias largas.

    Estoy llevando un programa de entrenamiento que encontré en internet basado en el George Parrot para 5 millas, me podrías recomendar otro programa de entrenamiento para comparar o consideras que los programas de este entrenador son buenos.

    Saludos y gracias

    Raúl

    • Hola Raúl, gracias por tu amable comentario.

      Respecto a la pregunta sobre el plan de entrenamiento de George Parrot, como bien sabes se trata del entrenador del equipo Buffalo Chips en California. Sin lugar a dudas uno de los equipos más fuertes en Ultramaratones no solo de Estados Unidos, sino posiblemente del mundo.

      Parrot en este plan sugiere hacer dos recorridos de larga distancia seguidos, aprovechando el fin de semana, con dos días de descanso antes y después para recuperar y realizando el resto de días de la semana por entrenamientos menos exigentes incluyendo series de velocidad.

      Por lo que tú me relatas, veo que estas acostumbrado a correr maratones y triatlones, por ello creo que manteniendo el plan de entrenamiento sugerido por Parrot y orientando tus entrenamientos hacia la montaña, puedes tener plena confianza en que conseguirás terminar la ultra Copper Canyon Caballo Blanco en la sierra Tarahumara sin problemas.

      Por ejemplo, con estas sugerencias que te propongo podrías potenciarlo:

      Procura que las salidas del fin de semana un 15 ó 20 por ciento más largas de lo que te sugiere Parrot, (tu condición física actual para correr maratones y triatlones, seguro que te lo permite).

      Durante las 24 semanas que dura el entrenamiento de Parrot, provecha siempre que puedas las salidas de los fines de semana para correr en montaña con fuertes desniveles, esto será fundamental para mejorar tu resistencia a la hora de superar obstáculos.

      Procura mantener durante varias semanas entrenamientos con distancias que superen los 120 km semanales. Incluso te sugeriría que alguna semana mantengas un ritmo de medias maratones durante 4, 5 ó 6 días seguidos.

      La finalidad del plan de Parrot es la de habituar al cuerpo a que realice un trabajo muy exigente en determinados momentos, durante estas 24 semanas para que al organismo se acostumbre a grandes esfuerzos, mejorando su resistencia y de esta manera alejando el riesgo de lesiones.

      Un saludo y espero que me mantengas informado de la evolución de tus entrenamientos y por supuesto de tu participación en la Ultra Copper Canyon Caballo Blanco.
      Teodoro